tomas al habla

Monday, July 31, 2006

Una final descastada

El mensaje que nos llega de los medios de comunicación sobre lo que debe ser una selección siempre habla de: Concentración, entrega, estructura, organización, estar unidos como una piña, objetivo comun, el himno y la bandera.

Bien, pues los futboleros estarán de bajada porque a la final han llegados equipos que son el estandarte de todo lo contrario.

Francia. Sus seguidores han tachado a los jugadores de no sentir los colores, de ser unos putos viejos que ni corren ni quieren jugar a nada. Piensan (pensaban) que su seleccionador es un mediocre y que está loco, que es un pirado de la astrología. No es coña, muy en serio algunos periodistas aseguran que no quiso a ningún Escorpio en el equipo (Cielos yo soy Escorpio, nunca podre ser amigo de Raymond Domench, con la ilusión que me hacia). Los jugadores se hablan poco con él y el se lleva mal con los jugadores. Y con respecto a la prensa, habla con quien quiere, cuando quiere y en el idioma que el ordena.

Italia. El fútbol italiano es un pozo de mafiosos y corruptos. Compras de partidos, soborno de árbitros, presunto favoritismo para estar en la selección .... Los jueces están a punto de decidir descensos de equipos históricos como el Milan, el Inter o la Juve a la Serie B o a la serie C. Es decir que en el hotel de la concentración italiana el tema de conversación es si la próxima temporada los multimillonarios azzurri juagaran en segunda o en tercera. Un plan perfecto de motivación para los partidos.
Y tienen un entrenador, Marcello Lippi, que es elegante pero fuma unos puros muy recios y que tiene un hijo agente de futbolistas, al parecer, bastante golfo: Les hacia creer a sus clientes que él, el hijo de Lippi podía influir para que su padre les llevara a la selección.

Bien, pues los vejestorios y los mafiosos se han plantado en la final. Y han empatado (Eso de los penaltys es una filfa).

¿El resto?. Todos unidos hasta la muerte cantando "a por ellos", abrazados cantando el himno y bailando samba. La unión y las caras pintadas con los colores de la bandera. Los jugadores y los seleccionadores son héroes nacionales, son maravillosos. No puede haber mas furia ni más sentimiento. ¿Fútbol?. ¿Se han preguntado los carapintadas si sus héroes juegan bien al fútbol?.

La parafernalia y la irracionalidad son inútiles para el fútbol. Aunque sirven para alcanzar el que yo creo objetivo principal de todo: Variadas y prósperas formas de negocio.

Si queremos que nuestros futbolistas ganen títulos citémoslos unas horas antes del partido y a jugar. El resultado sería el mismo y nos saldría más barato. Para ganar en el fútbol, lo único necesario es jugar bien al fútbol, seguir una buena táctica, chutar bien y rematar de cabeza.

Me gusta el fúltbol pero odio el futbolerismo.

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