tomas al habla

Sunday, February 14, 2010

Un hombre soltero

"Un hombre soltero" deja un gran sabor de boca cuando terminas de verla y, después, poco a poco, vas descubriendo los principales motivos. Es una película elegante. Elegante de arriba a abajo. La gente que sale no viste con excesos sino de forma sobria. Estan serios; a ratos, el protagonista, Colin Firth quiere morirse atravesado por la tristeza infinita que le produce la pasada muerte de su novio. El tipo se queda solo en su chalet transparente, su casa ordenadísima, en la que se aparecen las escenas compartidas su amado.

Todo, en esta película cuadra. Está rodada en un color tan palidecido que, prácticamente es blanco y negro. Nadie chilla. Todo sucede en los años 50. La decada del "menos es más", de los Mercedes clásicos, de las camisas blancas y corbatas estrechas, de las mujeres millonarias tristes y solas que se emborrachan en su casa. Como el personaje que interpreta Julianne Moore. Pecosa, muy pecosa; quiere substituir al novio muerto de Colin pero le cuesta conseguirlo y le cuesta comprender lo que pasa con él.

El papel del novio lo interpreta Mattew Goode. Quien ya trabajó en Match Point, de Woody Allen. En ella hacía el papel de cuñado del protagonista perteneciente a una adinerada y pija familia inglesa. Tiene pinta para ello, es muy refinado y tiene una cara antigua.

Tom Fors ha hecho una película muy a su imagen y semejanza pero el resultado no ha sido el que a priori se podía esperar. Yo por lo menos, presa de los prejuicios me imagine un juguetito con modelitos por todas partes. Y no. La imagen y los diálogos están muy diseñados, si, La peli es muy Tom Ford, Colin Firth viste como lo hace Tom en la vida real, los chicos que salen, o son modelos como Jon Kortajarena (muy guapo, si, pero poco cachas y algo cabezón) o no lo son pero lo parecen, como Nicholas Hoult que posee un rostro de lo más gay siendo hetero. Todo ello es verdad, pero hay una historia densa narrada con dramatismo y oficio ( y eso que es un director novato).
Espero que Tom no se canse y continue con más historias de ese corte y no va con segundas.

Sunday, September 06, 2009

Sobre los 420000 ordenadores de Zapatero. Segunda parte, los convenios. Ya hemos empezado a cagarla.

Hace unos días hemos recibido nuevas noticias sobre cómo anda la cosa de los 420.000 ordenadores que prometió Zapatero antes del verano.
El presidente dijo que el plan estaría listo al comenzar este curso. En la rueda de prensa del otro día comparecieron doña Maria Teresa Fernández de la Vega, vicepresidenta y un mandamás de Educación (creo que el ministro). Él aseguró que todo estaría a punto el mes de Abril de 2010. ¿Abril? El curso empieza en Septiembre, no en Abril. Ya empezamos con los atrasos, me dije. También dijo que se se estaba negociando con cada una de las comunidades autónomas. Entre los puntos que se nogociaban estaba, por lo visto, uno que hablaba de cuánto iban a pagar los alumnos por el ordenador. ¿Pagar los alumnos, es decir sus padres? A ver cómo es esto. ¿Yo te prometo algo que ya veremos quien va a pagar, quizás tú? Si es así, dígalo usted cuando haga la promesa para poder valorarla, no después y con la boca pequeña; menuda filfa por no decir menuda putada.

El País publicó día 4 de Septiembre una especie de informe en el que se explica el estado del proyecto en cada comunidad (No en todas, como veremos).
Veamos:

Andalucía.
Se lo toman con calma. Ahora van a formar a los profesores. No han tenido tiempo, supongo. Los ordenadores llegarán el año próximo. Tienen su plan tecnológico propio que adaptarán al plan Escuela 2.0 que es como se llama el plan del gobierno, un nombre muy mediático. En lo de los nombres si que estamos al día: el Ministerio de Educación y las editoriales han formado la plataforma Agrega que desarrolla el plan Avanza.
Pero despacio, andaluces, despacio.

Galicia
Dicen que no han recibido la propuesta formal del gobierno central para poner en marcha el plan. No saben si recibirán este año los ordenadores. Ni, por supuesto, han recibido la pasta (nadie la ha recibido). ¿Posibilidad de que la Comunidad Autónoma adelante el dinero? Bueeeno, lo estamos estudiando. ¿Entonces? Me imagino al funcionario gallego que contestó al periodista: si no hemos recibido las cosas, cómo quiere que empecemos, carallo.

Madrid
Este Zapatero es muy ocurrente, promete cosas sin contar con el que las tiene que poner en marcha, dicen. Zapatero esto, Zapatero lo otro. ZP quiere ordenadores para Primaria, el Gobierno de Madrid cree que hay que empezar por Secundaria ¿Por qué? ...... Además los experimentos con gaseosa (no sea que vayan bien, digo yo). Opinan que primero se debería hacer un plan piloto, después evaluar los resultados, después corregir el plan, si hace falta y, por fin hacer algo que se note ... o no.
Yo creo que lo prioritario para la Comunidad Aurónoma de Madrid no es el Plan educativo tecnológico. Lo prioritario es que no mande Zapatero. Después ya veremos.

Pais Vasco
Aquí el asunto marcha. ¿Por qué? ¿Porqué quieren promocionar a Patxi López? No creo. Són ellos los que han espabilado. El gobierno vasco ha adelantado el dinero para comprar los aparatos. En breve convocarán los concursos públicos preceptivos para adquirirlos (y estos últimos meses, ¿a que se han dedicado?) . No llegarán a principio de curso pero sí escalonadamente a lo largo de los próximos meses (no se me ocurre un motivo del escalonamiento). Mientras irán formando a los profesores.
A los vascos, en fin, puede que les vaya bien, puede que sean los que más se acercan al cumplimiento de la promesa.

Valencia
Los valencianos dan muchas cifras y muchas precisiones. De todo ello yo desprendo que este curso no habrá ninguna aplicación del plan, sólo acercamientos. Choca que dicen que en los convenios que están negociando con el gobierno central no figuran las partidas destinadas a instalaciones y mantenimiento del material. No sé de quien es la culpa, pero vaya porquería de convenio, a ver ahora en dónde enchufan los ordenadores los profesores y alumnos valencianos y a ver quien arregla las máquinas cuando éstas se estropeen.
También hablan de adquirir carros de portátiles para poderlos desplazar con comodidad por los centros. Me huele mal este dato. Si cada niño va a tener un ordenador no hace falta ningún carro. ¿No será que no va a haber ordenadores para todos y que para compartirlos los han de llevar de aula en aula con el dichoso carro?

Calalunya
Empiezan por un plan piloto de 70 centros que irán ampliando. Al final de este curso 33.000 alumnos ya tendrán su ordenador. No sé si son muchos o pocos porque no se da la cifra total de chicos y chicas que cursan los estudios incluidos en el plan. Catalunya dice que empezará por 1º y 2º de ESO no por 5º de Primaria. Dicen que los de Secundaria son mayores y más responsables. Tendrán las máquinas... si pagan, porque esa es la aportación de la Generalitat de Catalunya al plan: el copago. En principio las familias iban a aportar 300 euros por cabeza. La última hora dice que de los 300 euros, la Administración paga la mitad, de manera que cada familia debrá aflojar 150 euros por criatura. Ole!. Les dicen que ya pagan los libros que cuestan por el estilo. ¿No es gratuita la enseñanza obligatoria según la Constitución? De qué clase de gratuidad hablamos. Cualquier día en los centros educativos se hará pagar por usar los servicios.

El resto de Comunidades
Los periodistas han dejado bien claro que hay comunidades de primera y de segunda división, al menos, informativamente hablando. ¿No existimos los demás?. Al parecer no: cero noticias acerca del resto del Estado Español.
En Baleares, que es donde yo vivo, en su día, se dijo que el plan de los ordenadores iba a ser posible. Desde entonces, nada.

¿Por qué somos tan lentos? ¿Por qué siempre el reglamento, la burocracia, la inercia, las costumbres ancestrales, se imponen a los buenas expectativas?
Si alguien quiere cargarse un buen plan porque le cae gordo el que lo ha hecho o por lo que sea, que no lo combata, que ponga a españoles a desarrollarlo, acabará con él de la manera más legal y fundamentada.

¿Qué? ¿Qué para cualquier proyecto estatal hace falta tiempo? Lo siento pero eso no es así exactamente. ¿Cuanto ha tardado el Plan E en ponerse en marcha? Unos pocos meses. Sí. En unos pocos meses se han resuelto y cumplimentado todos los permisos de obra, contratas, concursos, subastas etc. Los albañiles no han tardado nada en tomar posesión de las calles y cavar zanjas y zanjas, acometer obras y llenarnos a todos de polvo y todo en pleno verano.
Para ello hace falta sobre todo que quien tira del carro y los que vienen detrás tenga ganas de que todo salga bien y son muchos los ámbitos de nuestra administración en los que al personal le importa un huevo si la cosa va bien o va mal. Es más, creo que algunos, los que están en contra de la importancia que debe tener lo público, intentan que todo vaya lo peor posible.

Sunday, June 28, 2009

Las asociaciones de educadores y Nereida Gallardo

Han habido quejas sobre los contenidos de los capítulos de la serie "Física o Química". Las quejas son por las escenas calientes y por como se trata el tema drogas.
Los chicos dicen que esto es lo que hay, que esto es lo que pasa en la realidad. Yo creo que hay muchas realidades. Pero sería largo hablar de ellas. Pero es curioso y aburrido que los problemas sean siempre de los mismos tabús.

También, a veces, se revisita el asunto violencia. Con un paternalismo y un manoseo que dan vergüenza. He podido leer listas de películas consideradas peligrosas en las que se incluye "Los Simpsons". ¿"Los Simpsons" peligrosa? Yo creo que algunos episodios de "Los Simpsons" podrían perfectamente formar parte del material de apoyo de muchos temas de las programaciones de algunas asignaturas y hay gente que los considera dañinos. ¿Esa gente desciende de los que en los años 50 consideraban al Rock'n Roll una musica del demonio (¡Arrepentios!)?.

Hace años se retiraron un par de anuncios por violentos. Uno de ellos mostraba a dos macarras que entraban en una casa, le robaban al dueño los tejanos objeto del anuncio y tiraban al tipo por el balcón. Una vergüenza. Pregunté a algunos alumnos y no estaban afectados en lo más mínimo. O sea, nosotros los adultos protegiendo a los chicos de algo que les parece inapreciable.

Nereida Gallardo es una ex-novia de Cristiano Ronaldo, un chaval que se dedica a jugar al fútbol de 24 años por el que se han pagado 94 millones de euros y que va a cobrar 1000 euros a la hora. No 1000 euros por hora de trabajo, no, sino 1000 euros por cada hora que pasa, aunque duerma. En realidad gana más si incluimos en sus ingresos los beneficios derivados de sus contratos de imagen.

Nereida estaba matriculada en un ciclo formativo de Diétética y Nutrición en mi instituto. Repetía curso. Se le dió de baja porque dejó de asistir a clase.
El año pasado salió fotografiada desnuda en Interviu. Después lo dejó con Cristiano. Apareció en el programa "Dónde estás corazón" contando la ruptura. Este año ha repetido con un segundo reportaje en la revista. Además de las fotos se publican unas declaraciones en las que deja ver que va a ir a por Cristiano ("Tiembla Madrid", dice).

Lo que habrá ganado Nereida por todos estos conceptos es equivalente a lo que ganaría como técnica en Dietética y Nutrición, trabajando 40 horas semanales durante muchos años.

Alguien a quien le parece normal y bien eso, por favor, que no me hable después de valores y bla, bla, bla.

Casos como los de Nereida, con un montón de variantes, los hay todos los días. Los medios de comunicación se dedican a mostrar hasta la exageración, a incentivar un tipo de vida y de sociedad en el que sus protagonistas siguen unas pautas basadas en unos valores radicalmente contrarios a los que nosotros enseñamos en nuestras escuelas. Y ganan mucha pasta por hacerlo. Los protagonistas se forran en poco tiempo haciendo algo para lo que no necesitan estudios: fotografiarse, cotillear, gritar, insultar...

Por hablar en voz alta, por gritar, por insultar ellos les pagan. Cuanto más griten, cuanto más bestias sean los insultos, más pagan. Por hacer lo mismo, nosotros, los profesores, los amonestamos, los abroncamos, los expulsamos.

No es extraño que muchos chavales cuando nos oyen hablar la utilidad de Cervantes o de la regla de tres les entre la risa.
Sale en televisión Cristiano Ronaldo regateando o rematando de cabeza o Nereida, en pelotas en una revista, y el resto de asuntos pasan a ser un coñazo.

¿Los profesores no podemos hacer nada ante todo eso? No estoy tan seguro. ¿Sólo nos escandalizan las escenas sexuales o si los protagonistas dicen tacos o hablan de drogas en las series? Las series son de ficción y Nereida, no, ella es real. Su mensaje es más venenoso.

Si alguna asociación de profesores o un sindicato saliera a dar una rueda de prensa hablando del boicot a la educación que significan estos programas o estos reportajes veríamos que pasa.
Si los movimientos de renovación pedagógica entraran en este asunto con nombres, pelos y señales de sus promotores y lo hicieran en medios masivos, no desde sus revistas especializadas, quizás algo se trastocaría.

Si alguien nos putea tan directamente, deberíamos de decirlo, ¿no?

¿Por qué no lo hacen? ¿Por qué no lo hacemos? No lo sé. A veces pienso que nuestro reino no parece ser de este mundo. Y a veces pienso que nuestro colectivo es demasiado rancio para plantear nuevas sociedades y que, en el fondo, ya le van bien las cosas como están. Ya le va bien que los ídolos se midan por la pasta que ganan.

Post Scriptum 1. Noticia.
En un safari turístico de no sé que sitio de España nació un cocodrilo blanco. No sabían que nombre ponerle. Blanquito o algo así. Decidieron hacer una encuesta entre los niños preguntándoles el nombre que ellos le pondrían al bicho. El nombre mayoritariamente preferido fue Cristiano Ronaldo. Al periodista que dio la noticia el hecho le pareció gracioso, a mí me parece triste.

Post Scriptum 2. Noticia.
Hoy es la presentación de Cristiano Ronaldo en el Santiago Bernabeu. Se prevé la asistencia de unas 80.000 personas y la acreditación de 500 medios de comunicación y muchos canales de TV la retrasmitiran en directo. Pues eso...

Friday, June 19, 2009

Me gusta, No me gusta

Me gusta cantar en la ducha mi versión punk de “I got you Under my skin” de Frank Sinatra, la interpreto en pelotas, bajo el agua y haciendo como que toco la guitarra rasgando el aire. También me gusta la versión que, de este tema, hacen a dúo el propio Franky y Bono. Me gusta como el actor Antonio Dechent hace el personaje de andaluz cabreado y dice “¡cohone!” (no “cojones”, cohone). Me gusta el pan de molde recién tostado, calentito con tomate fregado y buen aceite, el porte de Humphrey Bogart en Casablanca, la voz y la vocalización de Santiago Auserón, el verso de Jaime Gil de Biedma: “Como todos los jóvenes yo vine a llevarme la vida por delante”, cómo huele tu cuello regado con Rive Gauche de Ives Saint Laurent cuando lo muerdo dulcemente, el olor de la canela y las chaquetillas de torero.


Siento un rato de felicidad cuando voy a una exposición que hace que se me ocurran cuadros, cuando leo un libro que me hace sentir ganas de escribir, cuando escucho la canción “Feo, fuerte y Formal” de Loquillo y el tango “Volver” o la voz de somnolienta de Andres Calamaro.


Me emocioné con la película “Alta Fidelidad” porque el personaje interpretado por John Cusack creo que se parece a mí.


Me gustan las chicas un poco gordas y no demasiado guapas como Isabel Coixet, ir sólo a ver un partido de baloncesto y creerme Woody Allen en el Madison Square Garden viendo a los Nicks, la Nouvelle Cuisine pija: Poca comida servida en platos enormes para comer despacio a pequeños tragos, vestir asociaciones extrañas de ropa como una camiseta y una bufanda o un pantalón a cuadros y una americana a rayas, creer que todo el mundo es feliz, ir en mi Wolkswagen Escarabajo una soleada mañana de otoño, despacio, escuchando el último disco de los Rolling Stones, el chocolate con el 90 % de cacao, la ducha después de la sesión de gimnasio, el habla de los argentinos, Samuel Eto’o rodeado de defensas contrarios y logrando salir del acoso por donde no se puede salir, aguantar mucho tiempo con la barriga encogida, cuando te pones en plan frívolo, olvidas las manías y coincidimos en los gustos sobre ropa, el Boulevard de Saint Germain de Paris en los años 60 retratado en blanco y negro y cómo lo describe Aute en la canción “L’amour avec toi”, decirle a alguien que de mayor quiero ser Mick Jagger y me tome en serio, la gente que hace favores sin preguntar, la arquitectura minimalista y la exhuberancia de los edificios de Frank O. Gerhy, los tipos que dicen que no se van a retirar nunca, las pipas de calabaza, Andreu Buenafuente, las fotos de Ouka Leele, las de Alberto García-Alix y las de David Lachapelle, contar cualquier cosa a alguien y que me escuche, pronunciar las palabras: estadio de Stanford Bridge, cuando sales contenta de la peluquería, un masaje en el cuero cabelludo, ver a alguien pescar con caña, Homer Simpson cuando dice “Me aburro”, los intelectuales a los que les gusta el fútbol y lo dicen, aprender (lo que sea) y enseñar (cualquier parte de mis asignaturas), el pianista George Winston, hablar con las dependientas de las tiendas de muebles de diseño, las crêpes, la playa Tanga de Formentera, que me contesten los mensajes de correo electrónico, los canales y los palazzos de Venecia, todos los libros de Charles Bukowski, las chicas no muy altas (como tú), los equipos femeninos de baloncesto, las bandas de pop y de rock con chicas, la gente que duda, pasearme por el centro de Palma entre músicos callejeros, hombres estatua, titiriteros y cantantes de ópera, las chicas que se peinan como Cleopatra con el pelo muy negro y las que llevan el pelo corto, una exalumna mía que se llama Silvia que toca el bajo en un grupo de Trash-Metal y baila Flamenco, el mar en un día soleado de Invierno, los personajes de Patricia Highsmith, los cuadros luminosos y los cuadros sombríos de Edward Hopper, el tipazo de la modelo Bimba Bosé, los telediarios tranquilos, los chimpancés de peluche que tocan los platillos si les das cuerda, el tacto del terciopelo, que mi perra se deje acariciar, que seas feliz sentada al sol en la terraza, Fangoria y toda la saga musical de Alaska, las papelerías con muchas revistas, hablar de fútbol, la fotos de Robert Mappelthorpe, beber Sprite mezclado con mosto, ser muy moderno y hablar con gente muy moderna pero sencilla que se deje entender, preguntar a una argentina si es de River o de Boca, el barrio de Santa Catalina, las canciones en francés de Carla Bruni, Silvie Vartan y France Gall, Autrey Hepburn vestida por Givenchy, ver a un niño chino, otro sudamericano y otro español jugando a las chapas y hablando castellano entre ellos, como corre Sara Jessica Parker sobre los tacones de aguja de sus Manolos en “Sexo en Nueva York”, el sándwich de pan de molde levemente tostado, con queso untado, unas hojas de lechuga y salmón ahumado que nos tomamos los domingos de verano a mediodía en la playa justo después de salir del agua, hacer sesiones de fotos a mi hija y decirle que es mi musa, Marilyn Marilyn Marilyn, las casas con todas las paredes blancas y los lofts, los Wolkswagen escarabajo vintage y los Ford Mustang, y nada como un chocolate a la taza humeante con una caliente y elástica ensaimada mallorquina, me gusta tomarlo hasta en verano.


Pero a cada paso me repelen cosas, quizá demasiadas. No me gusta cuando me pongo nervioso en una conversación, no me gustan los calcetines estirados metidos en unas sandalias de un tipo en pantalón corto, un Papa Noel que calce deportivas, los días bochornosos de cielo encapotado y negro a punto de llover pero que no llueve, la gente que cree que reír es una estupidez, las aceiteras pringosas de los restaurantes baratos, los llaveros de propaganda que sobresalen de los bolsillos.

No me gusta esperar a alguien o que me esperen, la gente que sólo es positiva hablando del pasado, ver a un policía echando a un músico callejero de su parada, la gente que, hable de lo que hable, concluye diciendo que todo es una mierda y que la culpa de ello la tienen los políticos que todos son iguales.

Me deprime David Bisbal dando vueltas alrededor de si mismo en el escenario, cualquiera que le guste la venganza, me aburren los tipos que cuentan chistes sin que nadie se lo pida y no me gusta que los alumnos no me escuchen porque prefieren mirar la pantalla del ordenador, las tómbolas benéficas con cantantes y toreros recibiendo limosnas por teléfono, los cuadros decorativos de cervatillos, los villancicos y el turrón duro. No me gusta Isabel Pantoja en traje de faralaes y con gafas de sol, el bacalao en salazón, el plato de boquerones en vinagre en las vitrinas grasientas de algunos bares. No puedo con los camareros que huelen a sudor. Me parecen primitivos los nombres de comercios compuestos por las primeras sílabas de los nombres de los dueños como “Franpe” o “Antopili”. No me gusta que llueva mientras nado en el mar, ni tampoco una peña ultra del RCD Mallorca que canta “Ooooh Mallorca cada día te quiero más” como si cantasen a sus novias. No me gustan los tipos barrigones con camisetas ceñidas y los que tienen todo el día el puro colgando de sus labios. Odio decir o escuchar “Bueno ahora vamos en serio” o “A ver si sientas la cabeza”. No soporto al que canta flamenco en el bar con un sombrero cordobés y una copita de fino a su lado al que hay que escuchar por cojones.


No me gusta la nostalgia, que me oigas y no me escuches, la manía de hablar de la edad de cada uno en las tertulias. No me gustan las mujeres mal peinadas y con caspa y los tíos que disimulan la calva fabricando un tupé con el pelo del cogote. No me gusta Raphael cantando “El Tamborilero”. No me gustan los hogares de pensionistas con gente que parece esperar a la muerte jugando al dominó, los legionarios desfilando con la cabra marcando el paso como muñequitos espasmódicos. Procuro no sentarme de espaldas a la puerta he intento no pensar en el año 2040, me da pavor.


No me gusta aburrirme, no puedo. Odio los skyjamas matapasiones de franela y me aburre la excusa que alegan ellas para ponérselos:“Porque se está muy calentita”.


No me gustan los que odian a los vegetarianos, los que se visten con chándal blanco para ir a pasear por los centros comerciales, las chicas con pendientes de aros grandes dorados gruesos y trenzados, los que dicen que “qué bien estábamos sin ordenadores”, los que dicen “Ya no tengo edad para eso o para lo otro”.


LO QUE ME GUSTARÍA QUE ME GUSTASE

Hay gente que me cae bien pero yo no soy de ellos. Y me gustaría serlo aunque fuera por poco tiempo. Hay actividades y vicios en los que no he podido entrar. Sería más afortunado si lo hiciera. Al menos temporalmente.

Es todo aquello que me gustaría que me gustase.

Me gustaría que me gustase fumar, ser torero de salón y dar pases en el comedor de mi casa, ser mi propio manager, hablar hablar hablar, la ópera, teñirme el pelo, comer tomate fresco y crudo con sal y aceite (me da repelús), beber (He tenido problemas por ser casi abstemio), ser simple, ser motero, ser un viejo rockero de larga melena gris, barriga y escuchar antiguos discos de vinilo mientras me fumo un canuto y pintar cuadros de paisajes.

Sunday, June 07, 2009

Cooper

Cooper es el proyecto en solitario de Alejandro Díez Garín, un guitarrista y cantante un poco feo de León que nació en 1967. Ha acabado por entrar en el mundo de mis adicciones por su pop en estado puro: melodía inmensa, guitarras y actitud risueña.

Alejandro Cooper formó en 1986 Los Flechazos. Eran el grupo de referencia de los mods españoles. Los mods. Chavales londinenses altos y delgados que surgieron como movimiento en mitad de los 60. Gente aseada y pulcra, optimista, pequeño-burguesa, cuya identidad músical no está clara es un mix de muchas cosas. Cuando alguien oye algún grupo mod los etiqueta, sin problemas, de pop y pasa a otra cosa.
Los mods son parkas, flequillos hasta las cejas (ellos), medias melenas lisas con puntas hacia dentro (ellas), vespas, lambrettas, Small Faces, the Who, Quadrophenia, Brighton, Chelsea, patillas de pelo, densidad guitarrera, letras de linea clara, pequeños mundos de ilusiones, melodías que dejan huella, pantalones a cuadros, cuellos cisne, la diana como símbolo, ser siempre fan aunque seas más famoso que tus ídolos, mezclar tendencias, the Jam, las Chelsea Boots, Carnaby Street, ser delgado, el pop-art. En fin.
Alejandro formó Los Flechazos después de que lo echaran de Opera Prima, su anterior grupo; se hartaron de tanto viaje a Londres de tanta obsesión con lo mod. Lo hizo con su novia, Elena Iglesias, una chica reservada y mod hasta el tuétano y con cinco años de piano. Elena tocaba el órgano Hammond aunque comenzó con un Farfisa.
Los Flechazos sonaban a de todo. Tenían canciones repletas de música de multitud de orígenes: Soul, rock, por supuesto, mod, y muchísimo pop retro-moderno y travieso... Con versiones de temas de sus ídolos como de The Beatles y hasta una instrumental, del gran éxito de The Supremes, "Stop in the name of love".
Facturaron nueve discos y se disolvieron en el 96.

Alejandro no para quieto. Hizo la carrera de Filología inglesa (no podía ser otra) y montó con Elena una tienda de discos y ropa en León llamada Chelsea. Todo su mundo metido en un local para que la gente lo viera, lo compartiera y, mejor si lo comprara. Muy divertido y, como todo lo divertido, una ruina económica, Alejandro se quedaba con muchos de los discos en lugar de exponerlos en la tienda.
Montaron el festival "Purple Weekend", también en León. Un festival en el que actúan grupos de su onda y de sus sueños.

Y llegó Cooper en 2000, la nueva banda de Alejandro Díez. En ella ya no hay órgano. Su sonido es guitarrero sin piedad. Cooper tiene el mismo espíritu de los Flechazos, pero ahora las canciones suenan mas contundentes sin la suavidad del Hammond de Elena. Con dos guitarras en simbiosis perfecta: la de Mario Álvarez y la del propio Alejandro. Siguen con las versiones y la pinta de Alejandro Díez es la misma, con su pelucón y sus patillas de pelo. Aunque ahora el pelo es gris.
Lo del nombre de Cooper tiene varias justificaciones. Como es el proyecto personal de Alejandro, eso remite a la película "Solo ante el peligro" protagonizada por Gary Cooper. Alejandro dice que también puede venir de Jimmy Cooper, personaje principal de "Quadrophenia" o de Michael Cooper, un fotógrafo ídolo suyo de los años sesenta. Y por supuesto por el mini Cooper, unos de sus coches favoritos. Yo me quedo con la versión "Solo ante el peligro".

Un sábado de 2001 actuaron en la 2ª Feria del disco de Palma de Mallorca. En el escenario, Cooper mostraban las canciones de su primer disco, Fonorama. Me gustaban Mucha guitarra, pensé, los Flechazos están, a la vez, presentes y lejanos. Alejandro estaba como siempre y Mario parecía un zangolotino que toca la quitarra como quien masca chicle. Elena Iglesias estaba entre el público, cerca de mí, tarareando todas las canciones. Los temas eran distintos a otras épocas pero lo demás seguía presente. Y en eso sonó una versión de "No matter what" de Badfinger. Casi me caigo de espaldas. Verídico. Esta canción la cantaba y bailaba, en mi adolescencia, en las verbenas de mi barrio, una y otra vez sin saber de quien era ni cómo se titulaba. La de veces que toqué la guitarra de aire con ella. Desde entonces me convertí en una especie de Coopermaníaco.

Más tarde, ya en 2009, Cooper volvieron a la Feria del Disco de Palma, en el Palma Arena. Me imagino que Alejandro y Elena se han separado porque les acompañaba una chica, que luego pasó a estar entre el público, que no era Elena pero se le parecía. O sea que Alejandro ha cambiado de chioca pero no de tipo de chica. Escuché los nuevos temas por primera vez y los pelos se me pusieron de punta.

Si se escuchan las canciones de Cooper muchas veces se va entrando en un mundo de energía y de optimismo pop, de amor, de historias de amor que nos pueden suceder a cualquiera en cualquier momento, de guitarras que emocionan y que envuelven. Alejandro Díez y Mario Álvarez ya tienen un oficio, suenan como lo harían los Beatles y los Jam y los Brincos juntos en un sólo grupo.

Cooper van publicando discos a medida que van componiendo canciones. Sacan EP'S al viejo estilo. De esta manera no les hace falta mucho tiempo para contactar con su público como sucedería si trabajasen con LP'S.
Los LP'S que sacan son recopilatorios. El último se llama Aeropuerto.

Sólo un problema: el vestuario. Alejandro, por Dios, un tipo con tu historia no puede presentarse en un escenario con sudadera y vaqueros, joder.

Podría citar muchas canciones y no pararía. La última tiene muchos puntos que me atraen. Se titula "Hyde Park", el famoso parque londinense que nos retrotrae a otra época, a todas las épocas, a todas las melancolías inolvidables.
Me gustaría estar siempre cantándola. Aquí está:


Y aquí una canción de los Flechazos "A toda velocidad". Las Vespas y los mods y el grupo en su salsa.

Friday, May 29, 2009

La revolución de los 420.000 ordenadores

No se si fueron exactamente 420.000 los ordenadores que prometió Zapatero en el pasado debate sobre el estado de la nación. Sí, creo que sí. En cualquier caso la promesa consistió en un ordenador por cada niño de quinto de Primaria a partir del curso próximo.

Hay quien opina que esos ordenadores no son más que un regalito, una golosina que no cambiará nada. Y hay quien opina (yo lo opino) que pueden suponer una revolución en la manera de enseñar y en la manera de aprender.
Pero, cuidado, he dicho pueden suponer una revolución, no que van a suponer una revolución. No lo he asegurado.

El problema no creo que sea económico, hay portátiles de muy bajo coste que incluso se abaratan más si los pides en grandes cantidades como es el caso. ¿Legarán a tiempo para empezar el curso? Si los responsables quieren, sí. Que viajen un día de estos a China si es preciso y los compren.

Los problemas que pueden surgir son los típicamente españoles. Hay aquí quien se compra un cochazo y luego no tiene dinero para la gasolina. Ya estoy viendo cómo se fundirán los plomos cuando se enchufen simultaneamente veinte ordenadores en varias aulas. Luego andaremos buscando luego al electricista que nos redactará proyectos que necesitarán asignaciones económicas especiales que no llegan.
Los ordenadores ¿De quién serán?, ¿de los chavales?, ¿del colegio?, ¿a los libros que actualmente arrastran colgados de su espalda habrá que añadir el ordenador? Y si dejan los ordenadores en el centro, se supone que se deberán crear normas y reglamentos para que el asunto del control de las máquinas no deriven conflicto.

Pero, bueno, todo eso yo creo que es superable si se tienen ganas de que todo salga bien y si se dispone de algo más de pasta para gastar.

Pero se deberá afrontar una cuestión, a mi entender, más difícil: la actualización didáctica.

A eso me refería antes cuando he hablado de revolución. Enseñar con ordenadores e Internet cambia o debería cambiar las costumbres y los métodos actuales de enseñanza. Con un ordenador conectado a Internet se puede aprender investigando. Se puede usar la memoria de una manera creativa, dinámica. Se pueden poner en contexto los aprendizajes, aprender geografía visitando los sitios, matemáticas con multitud de problemas a resolver a partir del análisis y no tanto de la aplicación de formulitas, se puede trabajar el arte con algo más que un rotulador, se pueden hacer trabajos presentados en forma de páginas web, lo que requiere trabajar la estructuración de la expresión y del pensamiento, se puede crear música convirtiendo el ordenador en un teclado o en un par de platos de DJ, se pueden mantener relaciones de amistad con chavales de otros paises, etc. etc.
Para ello hacen falta varias iniciativas. Se deben de poner en marcha planes de formación de los profesores y profesoras. Éstos deben estar dispuestos a verse obligados a ir a los cursos de esos planes de formación y luego a aplicar lo aprendido cambiando su metodología de trabajo en el aula. Si se quiere hacer en serio, no pidamos profesores supermanes o superwomens. Es decir, que mientras los profesores reciben esta formación, no pueden dar clase. Deben ser substituidos por otros. Y a los substitutos hay que pagarlos. Y eso si que puede significar un gran desembolso; más dinero, creo yo, que lo que cuestan las propias máquinas. ¿Se ha pensado en todo ello?

Y los profesores, ¿querrán? ¿querrán interrumpir la inercia del libro de texto igual para todos, los deberes, los exámenes memorísticos, las listas interminables de ejercicios, un niño que se duerme, otro que chilla, pocos que entienden de verdad lo que se explica, las repescas, pillar a alguien con las chuletas en los calzoncillos? Uff!.

En los profesores me quiero detener un instante. Hace años estaba dando clases de informática a chicos de ESO. Las notas que obtenían en mi asignatura eran bastante mejores que las que sacaban en las demás. Mis colegas me decían que "claro, tu asignatura les gusta y ademas tienen el ordenador, o sea, tienen el juguete y se lo pasan bien, nosotros no lo tenemos (el juguete)". Me jodía que tildasen la informática como algo que consiste en enseñar a manejar un trasto semejante a un cochecito teledirigido. Nadie estaba interesado en las herramientas, en los apuntes, en las estrategias que usaba. Nadie se preguntaba por qué las cosas me iban bien si ni tan siquiera usaba libro de texto. Nadie me consultó nunca cómo me las arreglaba para evaluar sin casi exámenes ni, por supuesto, cómo aprendían sin ningún tipo de deberes, ni cómo era posible que los alumnos se acordaran de un año para otro de todo lo que habían estudiado. Podría detallar recursos y armas que usaba . Aunque la idea que los inspiraba era sólo una: aprendían trabajando, no se distinguía la teoría de la práctica.
Me hubiera gustado hablar de todo eso, pero nadie quería hacerlo. Sólo mencionaban el dichoso juguete.
Bueno, pues ahora van a tener el juguete. Me encantaría que, con el juguete, no tuvieran excusa. Pero si unos y otros se esfuerzan un poco, muy posiblemente la encontrarán (la excusa).

La revolución puede que esté ahí como componente principal del pedido de los ordenadores de Zapatero, pero, ¿será revolucionario el personal docente?, ¿será revolucionario el alumnado?, ¿será revolucionario el personal en general?, ¿serán revolucionarios los políticos y sus intermediarios, los funcionarios?, ¿o acabarán siendo golosinas esos 420.000 ordenadores? Uff!

En el Congreso Zapatero no habló de las consecuencias de su medida. Ni de los problemas que pueden sobrevenir con su implantación. Anunció la medida y chao ¿Y que hizo Rajoy? Hubiera podido plantear todas las cuestiones sobre las que hemos hablado y también otras. Hubiera podido discutir, poner al presidente a prueba, esgrimir iniciativas: política, hubiera podido hacer política. No lo hizo. Se limitó a decirles a los diputados socialistas que lo abucheaban que "no saben leer, qué gente". Eso dijo entre otras groserías. ¿Para eso le pagan, Sr. Rajoy?

Quiero ser como Cobi

Miguel Ángel Silvestre es un actor guapo y musculado que ha protagonizado "Sin tetas no hay paraíso", la serie de Tele5, en la que ha hecho el papel de El duque . No hablaré de la serie sino de su protagonista, un tipo que altera a toda mujer que pasa cerca de él, sin excepción de ningún tipo. Los cachas que triunfan, de entrada, nos suelen caer mal al resto de tíos. Yo no he podido ser una excepción; además, el título de la serie no ayuda.
Pero bueno, mi opinión sobre el tipo cambió hace unos meses. Resulta que le concedieron un premio Ondas. Y en el discurso de recogida del galardón, Miguel Ángel, en el Gran Teatro del Liceo, todo guapo él, dijo algo semejante a lo siguiente: "Hace años vine a Barcelona persiguiendo un sueño: ser figura del tenis. No lo conseguí. Pero, pasado un tiempo, estoy aquí recibiendo un Ondas por mi trabajo de actor. Por eso dedico este este premio a todas las personas que no han conseguido hacer realidad su sueño. Que sigan insistiendo, seguro que habrá alguno por ahí escondido esperándole.
No se me ocurre nada mejor, más vivido, más sincero, más solidario, más antirutina, casi diría que más anti-sistema, más anti "Dreams come true" de los cojones con el que continuamente nos machacan. Todos tenemos ilusiones y sueños. Unos se cumplen, otros no, otros se cumplen medias. Y no pasa nada. La gente vive (vivimos) bien.

Cobi fue la mascota de los Juegos Olímpicos de Barcelona de 1992. Lo creó el diseñador Javier Mariscal. Cuando a éste le preguntaron cómo era Cobi. Dijo algo así como que Cobi era un deportista gracioso, simpático, entusiasta, optimista que no suele quedar primero en las pruebas, a lo mejor queda segundo o tercero pero aún así es feliz y, a pesar de no ganar, siempre espera con ilusión la próxima carrera o el próximo entrenamiento. Me gustó Cobi y lo que dijo Mariscal de Cobi. Quiero ser como Cobi.
También admiro ahora a Miguel Ángel Silvestre aunque no le pediré nunca que me firme un autógrafo en las tetas.

Saturday, May 09, 2009

Por una nueva ortografía

Resulta que escribimos letras diferentes que se pronuncian igual (la b y la v). Resulta que una letra se pronuncia de una manera o de otra según la letra que le siga (es el caso de la c).
Luego hay un par de letras que tienen los dos problemas anteriores (la g y la j. Se llama usted Jiménez con j o Giménez con G).
Y sigue la juerga. Existe una letra que se escribe y que no se pronuncia (la puñetera h).
Por no hablar de los acentos. Se debe ser fino para colocarlos correctamente y tener el instinto asesino preparado para saber cuando hay que destruir el diptongo. Que yo me pregunto: para que coño hay que matar el diptongo.
Y podríamos continuar.

La ortografía es el conjunto de normas que hay que saber para escribir las palabras de un idioma. No son el idioma. La ortografía se suele aprender registrando en la memoria la imagen visual de las palabras al leerlas, de manera iconsciente. Método injusto. Si algún chaval no lee demasiado o no tiene su memoria visual preparada, tarda un tiempo estúpidamente largo en escribir sin faltas, eso si lo llega a conseguir y no se tira toda la vida pareciendo un cateto.

La ortografía que se aprende hoy en las escuelas se aprende mal, como se aprende cualquier saber basado en el absurdo.
Imaginemos que la norma de tráfico para indicar una dirección prohibida dijera algo así: "Si el día es soleado y la calle es cuesta arriba, la señal es un disco rojo con una raya blanca; en cambio si llueve y la calle es cuesta abajo, la señal es un disco azul sin raya alguna; para el resto de los casos, la señal es verde con la imagen de un cordero en el centro".
¿Que ocurriría con unas normas de tráfico redactadas así? Nos lo podemos imaginar: atascos, gente parada dudando, aumento considerable del tono de los insultos, accidentes... No se puede enseñar el absurdo, no se puede.

No se puede, pero lo hacemos. Por rutina, por inercia, los maestros no claman contra la sinrazón de las normas ortográficas sino que lo hacen contra los alumnos y las alumnas que los miran y preguntan (o se preguntan) ¿Por qué?

Rutina e inercia. ¿Y no habrá también un punto de masoquismo y otro punto de sadismo? ¿Quien no ha oído a más de un colega enseñante decir aquello de: si yo lo he aprendido, ellos también pueden aprenderlo y punto? (Va siendo muy español eso de: y punto).

También he oído elucubrar a filólogos con afirmaciones que dicen que cambiar la ortografía para simplificarla es empobrecer el idioma. Craso error. Repito que la ortografía no es el idioma sino la parte del mismo de la misma manera que el reglamento del fútbol es parte del fútbol no todo él. Pero es que simplificar la ortografía no significa empobrecer el idioma sino todo lo contrario.

Una gran parte del tiempo de las clases de Primaria e incluso Secundaria lo utilizan los profesores y profesoras para corregir con un rotulador rojo y cruel las faltas de ortografía. Los alumnos y las alumnas se aburren, se mueren intentando acertar en dónde colocar la escurridiza h o en en jugar a suertes para colocar la b o la v o en buscar diptongos para matarlos.

Si la ortografía fuera más sencilla, si los chicos y chicas en un par de años aprendieran a escribir correctamente, los profesores tendrían tiempo para enseñar a usar el idioma para que el alumnado supiera expresarse mucho mejor de lo que lo hace ahora, para hacer que los chavales redacten mejor sus escritos, para aprender a colocar las comas, los puntos y comas, los puntos y demás signos en el lugar correcto, para conseguir saber manejar las palabras, retorcerlas, hacerlas suyas, amarlas.

Ahora las odian. No es que las odien, lo que odian es tener que aprender unas normas tan escurridizas como las que tenemos actualmente.

Con una nueva ortografía el idioma saldría ganando con toda seguridad.
Una nueva ortografía sería antiéstética, fea. Pero sólo al principio. Un día los italianos eliminaron la H. Así, de golpe, fuera la H. ¿Y qué pasó? No se que pasó en su momento pero ahora están encantados. Se han acostumbrado a escribir istérico en lugar de histérico o istrione en lugar de histrione y tan campantes. ¿Eso empobrece el idioma? ¿Una letra más o menos? De qué pobreza hablamos.

El problema, entre otros, es que quienes hacen las leyes son los filólogos y quienes las enseñan (o lo intentan) son los maestros. Supongo que los maestros, las maestras, los profesores, las profesoras, los alumnos, las alumnas y sus papás y mamás algún día dirán "Ya vale, ¿no?"