tomas al habla

Sunday, October 29, 2006

El pop y el rock debe estar en las escuelas

En la enseñanza primaria y en la secundaria los alumnos tocan la flauta dulce. Con ella hacen una especie de fiuu fiuu para llegar a hacer sonar algo que lejanamente puede recordar una cancioncilla ancestral. Luego agarran el libro de texto y engullen la vida de Beethoven y otros.

Un día, mi hija en pleno frenesí de nervios mientras preparaba un examen exclamó: "¡Odio la música!" . No me extraña.

Esos chavales salen a la calle, escuchan música en la radio, hablan con sus amigos de sus artistas favoritos, compran discos o los piratean, acuden a conciertos. Allí suenan guitarras eléctricas, teclados y baterías. Y, en las discotecas y clubes, un tipo mezcla temas y sonidos y todos bailan como locos.

Ni rastro de la flauta dulce.

Oyen solos de guitarras que les emocionan y samplers fáciles de manejar que fabrican pasajes maravillosos mientras ellos, en clase de Música, se ven obligados a solplar por una caña con agujeros. O, como máximo, aprender a llevar el ritmo con un xilófono barato o con un cencerro.

Poco a poco tienen que aprender por su cuenta que existe el jazz, el rock'n roll, la salsa, la rumba, el pop, la electrónica, el soul, el house, el punk, los ritmos latinos, el hip-hop, los crooners, el flamenco, el heavy metal y todas sus mezclas y mestizajes. La mayoría de las veces lo aprenden mal porque "maestros" son los comentaristas y los locutores, a veces directamente conectados con las discográficas, que no tienen ninguna intención educativa.

¿Qué pasa, que Nina Simone y John Lennon no eran músicos? ¿Que no se puede aprender música con ellos y con sus canciones? ¿Qué pasa, que Mick Jagger y Bono están aquí sólo para entretener al personal?

Nadie podría concebir que las programaciones enseñanza de la historia del arte se parasen antes de entrar en el siglo XX. Que el Surrealismo, el Futurismo, el Abstracto, las Performances, el Pop no estuviesen en el programa. Que Dalí, Picasso o Warhol fueran ninguneados. Si eso sucedieraí ya estoy viendo a los estudiantes de Bellas Artes pintando angelotes o emulando a Goya, el cual me imagino que sería el máximo vanguardista.

Pero no ocurre y ningún estudiante de arte pasa a odiar el arte porque se nuctre de todo y de todos.

Bien, pues en las programaciones de música si que queda marginada una gran parte de ella y a Elvis presley y a sus herederos se les contempla con simpatía y ya está.

La asignatura de Música tal y como hoy se imparte en la mayoría de institutos es prescindible. Pero estudiada con espíritu abierto puede llegar a ser el motor de la vida de un instituto.

Un dato. La escuela Summerhill, centro antiautoritario pero muy organizado ofrece, como asignaturas de plan de estudios, estas dos: Music technology DJ work and Studio Sessions i Vocal Music. Se entiende ¿No?. ¿Se debe ser una escuela especial para ser normal? ¿Esta gente está chalada y nosotros somos más listos?.

Otro día hablaré de los Conservatorios, que esa es otra.

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