tomas al habla

Thursday, April 23, 2009

Control

Ian Curtis me daba miedo. La música de Joy Division era demasiado siniestra, no podía con ella, la escuchaba acojonado y la quitaba casi enseguida. Joy Division es el nombre que tenían los burdeles de los campos de concentración nazis. Por esta razón los tomé por eso, por nazis. Ahora que lo pìenso, lo de su presunto nazismo podría ser una excusa que me inventé para no tener que escuchar esa voz tan desgarrada, ese grito tan hondo que no sé de dónde sacaba Ian Cutis. En realidad era un tipo muy desgraciado. Pobre Ian, su muerte no tuvo nada que ver con las de los rockeros insignes y militantes del Sex and drugs and Rock'roll. No. Ian se limitó a perderse más y más en un agujero.

Hace poco se ha estrenado CONTROL, una película que relata la vida de Ian Curtis y la de Joy Division basada en el libro Touching from a Distance que escribió su viuda Deborah. El actor se le parece un huevo. Es el modelo Sam Riley. Aunque hay quien opina que el original era más guapo que el actor. Yo no sé apreciar demasiado lo de la belleza pero sí que el tipo actúa muy bien. No sólo da el tipo, sino que ha sabido amargarse, imitar los movimientos espasmódicos de Curtis y poner esa cara de post-adolescente enfadado que Ian mostró toda su poca vida.

Sin quererlo o queriendo, Joy Division iniciaron un sonido, iniciaron hasta una actitud que mezclaba la automarginacion, el odio, la timidez... Y eso lo hacían cuatro chavales de barrio, cuatro tipos de Manchester sin, en principio, intención de cambiar la historia. Pero si que cambiaron una zona de la música: dieron lugar al afterpunk o post-punk. Los militantes de estos estilos eran más locos que Joy Division, tenían mejor humor, sabían como frecuentar varias novias por cabeza si hacía falta, se creían guapos.
Como me suele suceder, a mí me gustaron más los discípulos de Joy Division que los propios Joy Division. Estaba encantado con Gabinete Caligari, con La Decima Víctima con Parálisis Permanente, con Los Seres Vacíos, con Depeche Mode (entonces, ahora no). Todos ellos mezclaban esas canciones severas con otras estéticas. Y así se metieron en pantalones estrechos llenos de cremalleras o se pusieron abrigos del abuelo o se chorreaban con litros de laca para aguantar enhiestos sus penachos en todo lo alto de sus cabezas. Siniestros y contentos.

Ian Curtis enfermó de epilepsia y el médico le dijo que iría probando medicinas hasta acertar con alguna. Eso sí: nada de beber ni trasnochar. Justo lo contrario de lo que se puede esperar de un músico de rock. Ian no hizo caso del médico. En el escenario se movía de tal manera que parecía tener un ataque mientras cantaba.

Conoció a una periodista musical, Annik Honoré, y ahí se agravaron algunos problemas. La quería con pasión y la conciencia le dolía por el daño que le hacía a su legítima Debbie, con la que se había casado a los dieciocho y con la que tenía una hija. Le devoraba la pasión por Annik y le devoraba la tortura que esa pasión le ocasionaba. Y seguía bebiendo, seguía fumando y seguía trasnochando, y seguía teniendo ataques epilépticos.

Una noche, en su casa, la misma casa modesta de su barrio de siempre, mientras su mujer estaba fuera, ató una cuerda a una viga y se colgó. Jim Morrison o John Belushi hubieran reaccionado de una manera muy distinta o no hubiera reaccionado de ninguna manera. Pero Ian Curtis era, en el fondo, un chaval normal cargado de complejos, era un ex-funcionario del gobierno y no supo encontrar otro camino.

Aquí acaba la película.
Los tres supervivientes de Joy Division se convirtieron en New Order, otro nombre facha. Aún existen, están un poco blandengues y se tiñen pero se conservan bien. Facturan un pop electrónico muy decente

La peli la ha dirigido Anton Corbijn, que es fotógrafo y se nota. La ha rodado en blanco y negro y los encuadres son de esteta. La crítica ha dicho que Control es una obra maestra. No hay para tanto, creo; el guión es un tanto lineal, pero si que te quedas contento de verla.

Aquí teneis a Joy Division con el verdadero Ian Curtis al frente:



Y aquí un trozo de la película con Sam Riley en el papel de Ian Curtis

1 Comments:

  • At 3:42 PM, Blogger linis said…

    hola Tomás... le he echado un rápido vistazo a tu blog... Me encanta el color!!
    Pero es tarde y tengo sueño...
    Otro dia me detendré...
    Te he hecho un comentario en Jim Jarmuch...

     

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